martes, 26 de enero de 2010

The man with the movie camera, Dziga Vertov (1929)


Vertov realiza en 1929, junto con su esposa Elizaveta Svilova y su hermano Mikhaíl Kaufman una película revolucionaria en su forma, y sienta las bases para una gran cantidad de cineastas rusos y del mundo, quienes buscan en esta película verdaderas clases de cine. Los personajes principales en esta película son la cámara misma, el fotógrafo (Mikhaíl), y el pueblo de una super ciudad leninista rusa, que está formada por imágenes de varias ciudades rusa.


Lo que Vertov pretendía con esta película era realizar un film para el pueblo, una especie de documento de la vida socialista rusa, y la contrapone con la vida del hombre burgués, agregando un valor ético al proletariado ruso. Los actores de esta película son los hombres que iban pasando frente a la cámara en ese momento, y se les hace un pequeño homenaje a lo largo del film, el cuál tiene fuerte carga partidista del partido. Sirve como un pequeño manual de cine, y también como un pequeño manual de la vida del proletario ruso.

El film se basa en el montaje: la verdad cinematográfica que busca Vertov dice, que puede ser solamente encontrada y creada dentro de la sala de montaje, y a lo largo de la película vemos un constante ejercicio de montaje, de relaciones de imágenes que crean significados dentro de nuestra mente, y en realidad es un poco más complejo que esto, pues la película está llena de relaciones que muchas veces nosotros ya no somos capaces de seguir, pero aún así al estudiar secuencia por secuencia nos damos cuenta del alto valor intelectual de la forma, que introduce también varios temas metafílmicos, como salirse de la película hacia la sala de montaje, y mostrar cómo se está montando una secuencia del final de la película. Esta secuencia es por más relevante, y probablemente sea demasiado evidente su relevancia, pero dado que es una película para el pueblo, considero que la secuencia tenía tintes más educativos o ilustrativos, es decir, le muestran a la gente cómo funciona el cine, cómo se monta, cómo a través de asociaciones, todo comienza a cobrar sentido dentro de nuestra cabeza.


Otra de las imágenes que encontré contundente y precisa es al comienzo, cuando Mikhaíl entra al cine, y corre las cortinas, se mete a la pantalla del cine, y allí comienza verdaderamente la película, con una documentación (si, del proletariado ruso) del acto y arte de hacer cine.


Esta película me ha dejado boquiabierto, es decir, se han escrito libros y libros sobre el film, y el análisis de este film puede ser casi infinito. Cada vez que se ve esta película, se le descubre algo nuevo. Una verdadera obra maestra de Dziga Vertov.


Link:
http://video.google.com/videoplay?docid=-2809965914189244913#

Artavadz Peleshian



Artavadz Peleshian (1938) más que un cineasta documentalista, es un poeta y un teórico de cine: su llamado "montaje distante" es más que interesante, y me sorprende que sea un cineasta tan desconocido, y que su teoría no haya trascendido lo mismo que Eisenstein. Es cierto que no es tan prolífico como el cineasta ruso, pero sus filmes son más relevantes de lo que han sido

considerados.


Peleshian (de origen armenio) es un cineasta simple, mesurado, hasta sobrio, pero dentro de esta parsimonia y humildad, sus filmes tienen fuertes cargas emotivas, y dejan al espectador verdaderamente embobado con tanta belleza que se muestra en la pantalla.


La técnica de "montaje distante" de Peleshian es más que un montaje lineal, y él mismo dice que además de horizontal, intenta hacer un montaje vertical, el cuál llega a formar una unidad, que es lo que busca con sus películas. Al entrar el el universo de cualquiera de sus filmes, uno deja de pensar, y hacer relaciones entre imágenes, y en verdad deja de pensar y notar los cortes entre uno y otro plano, lo cuál ayuda a crear esta unidad de la que habla Peleshian. Más que "distante", yo lo llamaría "envolvente", pues te sumerge en el filme. Él lo llama también "montaje intuitivo", o "montaje espiritual". Sea como sea, es innegable que la obra de Artavadz Peleshian es un riquísimo legado para el cine.



The seasons (Vremana Goda, 1975)

Este cortometraje comienza con u hombre cayendo en una cascada, junto con una oveja. La imagen se repite una y otra vez, y podemos llegar a pensar que es un loop, aunque la manera de filmarlo, es decir: la talla del plano es bastante similar en todos los planos, y el presonaje parece estar cayendo una y otra vez (de distintas maneras) en el mismo lugar. Sea como sea, es lo menos relevante, debido a la gran belleza plástica que tiene esta secuencia, que en conjunto con la música que ingresa poco después de comenzado, y la disminución de la velocidad, a pesar de la repetición hace un gran trabajo que se vuelve bastante interesante plásticamente. Y esta es la fórmula que sigue Peleshian para el resto de su filme: es como una sinfonía, que toma un motivo, que puede ser en este primer caso "hombre y oveja cayendo por una cascada", y lo desarrolla, y le saca el máximo potencial a esta imagen. La fórmula la repite una y otra vez: " hombres arreando ganado", "boda", "espigadores cayendo", etc. Cada una de las fórmulas trabaja en conjunto con las demás, a pesar de parecer aisladas, y en conjunto con la música, y sonidos incidentales, hacen una inmensa obra documental-poética. Pocas cosas he visto en la vida que igualen el valor plástico de este cortometraje.


The end (Konek, 1994)


Peleshian opta por una cámara voyeur dentro de un tren, que trabaja observando y estudiando a distancia el comportamiento, la manera de ser, la actitud. Una vez más el montaje es "distante", de manera que nos envuelve dentro del film, escondiendo los cortes, y haciendo una estructura vertical. El tren muestra gente de distintos orígenes étnicos, y podría servir como metáfora de la humanidad, que a pesar de la diferencia, se dirigen todos hacia un mismo fin. ¿La muerte? Probablemente se refiera a esa metáfora con el túnel, pues cuando el tren sale de nuevo, vemos solamente un paisaje lleno de sol, terminando con otro túnel. Tal vez una noción cíclica de la vida, por eso sale de nuevo del puente. En este cortometraje, a diferencia de "Las estaciones", Peleshian trabaja en torno al motivo "tren", y hace una completa unidad en base a ésta. Esta vez el ritmo de los planos, conjugado con el sonido cíclico del tren nos hace entrar en un estado de trance plástico.


Links:

http://unspokencinema.blogspot.com/2009/08/films-of-artavazd-peleshian.html

http://www.ubu.com/film/peleshian.html

http://www.cinemaseekers.com/Peleshian.html

http://www.parajanov.com/seasons.html

http://books.google.com/books?id=F2PTA6obq10C&pg=PA95&lpg=PA95&dq=peleshian+macdonald+critical&source=bl&ots=TZq0RrL7fl&sig=qBAXEcJgfBpM6dTcjaJyPHyQ5Vw&hl=en&ei=GUR8SuXLOs2CkQXfsajnAg&sa=X&oi=book_result&ct=result&resnum=1#v=onepage&q=&f=false

Nobody's Business, Alan Berliner


Alan Berliner, con su documental "Nobody's business", nos introduce al pasado de una familia, partiendo de un hombre: su padre. El documental tiene un solo hilo conductor, que es una voz en off en forma de entrevista con Oscar, su progenitor.


Alan comienza a preguntarle a su padre por el pasado de su familia. Probablemente su padre no lo sepa, quizás no quiere decirlo. Pero el objetivo de este documental no es demostrarnos quienes fueron los ancestros de Oscar Berliner, porque si así fuera, Alan Berliner hubiera mostrado en el documental toda la búsqueda que hizo para llegar a los nombres y lugares de cada uno de los antepasados. Eso haría un documental poco más que aburrido. Lo que es interesante de "Nobody's

Business", y que es el objetivo mas allá de contar la historia de determinada familia, es hacer recordar a un hombre sobre su pasado: cuestionar fuertemente, y hacerlo reflexionar aunque sea un poco sobre sus raíces, de las que está obviamente desapegado.


Alan, además de contar a grandes rasgos la historia de una familia a pesar y ayudándose de la negativa de su padre por revelar o escuchar algún dato, reflexiona también sobre la labor del documentalista: ¿Por qué cuento esta historia?, ¿Para qué hago toda esta investigación?, ¿Cuál es la finalidad de todo este trabajo? Con estas preguntas comienza el filme, con Oscar cuestionando a Alan sobre la finalidad de su trabajo, preguntas que podríamos estar haciendo nosotros como espectadores, y Alan le responde a su padre, pero nos está respondiendo también a nosotros, a manera de una pequeña justificación del trabajo para que nosotros nos relajemos, y disfrutemos el documental.


Ya que se tienen respuestas a estas preguntas, lo siguiente es: ¿Cómo hago para conseguir el resultado?, ¿Como hago para que el entrevistado, aunque sea mi padre, diga lo que tiene que decir? Y para ilustrar esta lucha, Berliner toma como motivo una pelea de box, imágenes de archivo, y lo utiliza a lo largo del film en un primer nivel para ilustrar el estira y afloja del documentalista entrevistador y el entrevistado, y en un siguiente nivel, para ilustrar la relación de un padre con su hijo. En palabras de Alan Berliner: "Using the boxers (as a motif) throughout the film could create a very rich metaphor in which elements of the emotional, the psychological and the physical all merge."

El resultado final es un documental nostálgico y divertido que nos muestra la reflexión de un hijo sobre su padre, y el pasado familiar.