martes, 16 de febrero de 2010

Sans Soleil, Chris Marker




The first image he spoke to me about was the one of the three children on a road in Iceland in 1965. 
He said that for him it was the image of happiness and also that he had tried several times to link it to other images, but it never worked. 
He wrote me: 
one day I'll have to put it all alone at the beginning of a film with a long stretch of black; If they have not seen the happiness in the image, at least they will see the black.

Sans Soleil comienza con un par de tomas, una de unos niños escandinavos, seguida por un espacio en negro, y después un plano de aviones de guerra. La narración habla de que un Director, amigo de la narradora (personaje ficticio creado por Marker), a través de cartas le expresa la intención de poner esos planos en una de sus películas. Y dice que si en la película no se ve la felicidad de esas chicas, al menos se admirará el espacio negro, lo que carece de luz, la obscuridad.

Con esto Chris Marker además de proponer la manera en la que va a funcionar el documental, que es a base de contrastes, hace una reflexión acerca del cine mismo, del montaje y del contenido dramático a partir del mismo montaje, pues el drama se incrementa al contraponer dos planos opuestos, como lo son los niños y la obscuridad, o los aviones de guerra. Además, viendo de nuevo la introducción, uno comienza a darse cuenta de que la narración tendrá algo de falso y ambiguo, pues se habla de una felicidad en los chicos islandeces, pero la realidad es que se muestran un poco incómodos, hasta huraños. En el plano no se ven felices. Este primer momento, pues, nos hace reflexionar acerca de la veracidad en la relación narración-imagen.


He wrote: 
I'm just back from Hokkaido, the Northern Island. Rich and hurried Japanese take the plane, others take the ferry: 
waiting, immobility, snatches of sleep. 
Curiously all of that makes me think of a past or future war: 
night trains, air raids, fallout shelters, small fragments of war enshrined in everyday life. 
He liked the fragility of those moments suspended in time. Those memories whose only function it being to leave behind nothing but memories. 
He wrote: I've been round the world several times and now only banality still interests me. On this trip I've tracked it with the relentlessness of a bounty hunter.
 At dawn we'll be in Tokyo.

Con este montaje un poco entretejido del ferry, habla de lo que se va a enfocar a lo largo del documental: en lo popular y banal. Va a tomar un punto de vista ante esto, y a hacer una rítica social a partir de las imágenes recolectadas a lo largo de sus viajes. Y va a verlo desde un punto de vista un poco frío y distante, desde el punto de vista de un extranjero en tierras por conocer, que va tratando de capturar imágenes, como un coleccionista de culturas, recolectando trofeos.

Habla también de que le gustaba la fragilidad de los momentos suspendidos en el tiempo. Aquí inicia una reflexión sobre el cine y la memoria que va a continuar después, con los freeze frames sobre las mujeres. Y al hablar de los momentos suspendidos en el tiempo, claramente se refiere al fotograma de cine. Al 24º de segundo de verdad. Y en este punto regreso a los planos del comienzo: los niños y la obscuridad. Con esto propone que cada segundo en el cine, como decía J.L. Godard contiene 24 veces la verdad en un segundo, solo que Marker propone que además de 24 veces luz por segundo, hay 24 veces obscuridad, por el movimiento del obturador, resultando un balance ambiguo entre la verdad y la mentira en el cine.

No hay comentarios:

Publicar un comentario