miércoles, 24 de febrero de 2010

Statement Autobiografía

Hace 3 años, durante mi estancia en Brasil, uno de mis mejores amigos se suicidó. Yo viví el duelo lejos de todo lo que podía ofrecerme un poco de apoyo, y la experiencia fue algo más que traumante. La muerte de Germán la superé hace un año aproximadamente. Hace dos semanas, mi mejor amigo fue asesinado a las afueras del edificio de departamentos en que vive su novia. El golpe fue más fuerte aún, pero he estado reflexionando largo y tendido acerca de este tema, relacionándolo con varias lecturas que he estado haciendo, y que no hablan de la muerte directamente, pero casi en una especie de búsqueda de significado a estas experiencias, las he estado analizando desde ese punto de vista.

Hace un par de días escribí un correo a Cecilia, madre de Andrés, en el que enunciaba de manera muy informal algunas reflexiones que había hecho acerca de la institución del sacrificio en las sociedades aztecas, un texto de Christian Duverger, y una crítica a la Ilustración por no darle un valor simbólico y espiritual a la muerte. La respuesta de Cecilia no pudo haber sido más conmovedora, pues me dijo que había encontrado cierta tranquilidad en las ideas que yo proponía, así que pensé en hacer una especie de ensayo cinematográfico a partir de la muerte, tomando material que ya tengo, material apropiado, y dependiendo de las necesidades, la posibilidad de grabar algo.

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