martes, 2 de febrero de 2010

Jean Painlevé


Science is fiction.
La gran importancia de Painlevé reside en su ambición. Sin su gran sed de conocimiento, no se hubieran hecho los acontecimientos que consiguió, los avances tecnológicos para conseguir filmar debajo del agua, los avances técnicos para lograr tener un estudio acuático en su casa, etc. Las imágenes que presenta en cada uno de sus cortometrajes son poéticas, hermosas y hasta cierto punto desconocidas, indescifrables. Y más allá de las bellas tomas poéticas y preciosistas que toma de animales que ya de por sí son estilizados, y con formas estéticamente impactantes, una parte verdaderamente importante de Jean Painlevé es su utilización del super close-up. Esa necesidad que tiene por mostrar hasta el último detalle del funcionamiento de un pequeño ser vivo es, además de hermosa, bastante impresionante, pues se ve un microcosmos en una gran talla, e impacta por el gran tamaño en que se nos presenta.

El super close-up de Painlevé es utilizado con mesura, es decir, no se basa en esto para que el peso caiga todo sobre este recurso. Crea, a partir de distintos aspectos formales, un ritmo, y una de las maneras para crear este ritmo es el close-up.

Painlevé es tan dadivoso y se interesa tanto con la construcción poética de imágenes, que las lleva al extremo de ingeniarse la manera de filmar con una cámara de cine lo que ve un microscopio, algo totalmente revolucionario en sus épocas. El resultado es un desborde visual que complementa perfecto con la pretensión científica, y el magnífico humor manejado.










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