sábado, 20 de marzo de 2010

Louis Malle, Calcutta





¿Por qué este documental no funciona? Gran parte de las fallas vienen desde el comienzo, con el planteamiento o justificación del comienzo: para empezar creo que ningún documental debería tener una justificación. Esta justificación propone una mirada occidental en la India, lo cual además de ambiguo es un poco mañoso, porque está poniendo un filtro a nuestra propia vista.

Además ya lo sabíamos: el realizador es occidental, y la mayor parte del público también. ¿Qué hay de nuevo en eso? Y la tercer falla del planteamiento, a pesar de que en un principio suena bastante interesante y sofisticado es la premisa de trabajo: “El plano precede a la idea del plano, que da una especie de libertad a la que el cineasta se debe ajustar”

Que la idea preceda al plano es una gran responsabilidad, pues supone un gran talento para la improvisación, y un razonamiento bastante veloz, que algunos supondrían que Louis Malle, cineasta de tal talla la tuviera, pero no.

La mirada occidental a la que se referían al comienzo, a lo largo de 15 minutos de documental es desprovista de toda ambigüedad, pues a lo que se refería en la justificación era aquella mirada misericordiosa y turista del primer mundo, que no comprende dinámicas que no sean como en su lugar de origen, y piense que entonces todo lo demás está mal, y hay que sentir pena por ello. Y esta mirada se basa en un falso sentimentalismo social, que recurre al amarillismo y al plano cerrado de la miseria, completamente arbitrario y manipulador.

La estructura narrativa que sigue es ir de las castas pobres a las más miserables, casi directamente y sin paradas a profundizar un poco sobre el tema. Y es completamente razonable, pues recorrió en tres semanas, cada día un nuevo elemento de la ciudad y su miseria, no tuvo tiempo de comprender bien profundamente cómo funcionan las cosas. Y al final, una de las últimas secuencias relata cómo los personajes que estaban siendo filmados se sorprendían en cómo Malle se sorprendía de verlos. Y se preguntaban a sí mismos: ¿Qué será tan especial en nosotros que este hombre nos vea con tanta compasión y se empecine en filmarnos?

Este documental es una oda al turismo desinformado y falsamente salvador, amarillista y desconsiderado con el otro.

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